Tsintaosaurus
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El Tsintaosaurus era un dinosaurio vegetariano de gran tamaño, que poseía un gran pico afilado y una potente mandíbula llena de dientes autoafilables. Este reptil es la única especie de la que se tiene constancia de ornitisquio hadrosáurido lambeosaurino y vivió durante las últimas etapas del Cretáceo, durante el Maastrichtiense.
Los primeros restos fósiles que se encontraron de este curioso dinosaurio fueron hallados en la provincia de Shandongn, China, en el año 1950.
El Tsintaosaurus es otro dinosaurio que demuestra lo difícil que puede llegar a ser la interpretación de los fósiles. Se le apodó el «unicornio chino», debido a que en su reproducción se incluyó una cresta fina y hueca en su cabeza que sobresalía hacia adelante, como el cuerno de los unicornios.
Sin embargo, algunos paleontólogos argumentaron que se trataba de un hueso del morro que se había colocado ahí incorrectamente, o incluso de un hueso de otra criatura. Con posterioridad se descubrió un segundo ejemplar con esa misma cresta.
En la actualidad, el objeto del debate se centra en el hecho de que la cresta podría no sobresalir, sino simplemente estar tendida a lo largo de la nariz.
Características de Tsintaosaurus
El Tsintaosaurus poseía una de las crestas más extrañas del mundo animal, ya que su forma era bastante inusual. Es posible que se tratase de un órgano nasal, el cual era capaz de emitir sonidos para comunicarse con los de su especie. Gracias al aire caliente inhalado que desviaba por este sistema.
Este reptil prehistórico recogía la vegetación dura con su pico sin dientes, trituraba el alimento hasta convertirlo en pulpa con la ayuda de su batería de dientes autoafilables.
Viajaba en grupo
Era un animal gregario, por lo que se desplazaba en manadas para protegerse ante los ataques de los depredadores que acechaban constantemente.
Cresta con forma de cuerno
A pesar de que se ha demostrado que la cresta no se parecía al cuerno de los unicornios, parece estar claro que el Tsintaosaurus poseía una cresta, cuya forma se desconoce a día de hoy.

Sobre el autor: J. Carlos C. es buen conocedor de un amplio registro fósil y coleccionista de minerales, actualmente estudia química, y ha participado en varias excavaciones paleontológicas en las localidades fosilíferas del sur de Europa.