saltasaurus

Saltasaurus

El Saltasaurus fue un dinosaurio saurópodo saltasáurido, de 12 metros de longitud y 6 toneladas de peso. Vivió en los bosques primitivos del área que hoy es Argentina durante el Maastrichtiense. Se extinguió a finales del período Cretáceo, hace unos 65 millones de años aproximadamente.

Información: Saltasaurus

  • Género / Especie: Saltasaurus loricatus
  • Etimología: Lagarto de Salta, en referencia a la provincia de Salta (Argen­tina), donde se descubrió.
  • Localización Global: Argentina.
  • Rango Temporal / Era: Cretácico
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Saurischia
  • Familia: Saltasauridae
  • Alimentación / Dieta: Herbívoro
  • Altura aprox: 5 metros
  • Longitud aprox: 12 metros
  • Peso aprox: 6.350 kilogramos
  • Hallazgo / Yacimiento: El Saltasaurus fue descubierto en el noroeste de Argentina, en Sudamérica, en una zona situada en la provincia de Salta.


El Saltasaurus fue descubierto en 1980. Aunque hasta la fecha solo se han descubierto restos en un lugar, existe un número suficiente de fósiles que pueden ser estudiados por los paleontólogos.

En la provincia de Salta, en el noroeste de Argentina, se han hallado varias de las placas de coraza circulares o de forma ovalada que en su día recubrieron el lomo del Saltasaurio, y que podrían haberle servido de protección frente a los ataques de los depredadores.

Cientos de protuberancias de 6,7 mm crecían sobre estas placas. Entre los restos de diversos esqueletos parciales encontrados se incluyen vértebras, huesos de las patas y huesos de la mandíbula.

Características de Saltasaurus

Al igual que muchos dinosaurios vegetarianos, el Saltasaurus poseía un cuerpo muy grande, una cabeza pequeña y un cuello largo, para poder estirarse y alcanzar las hojas o frutos de las ramas más altas. El Saltasaurus era un dinosaurio de gran tamaño, pero los huevos de sus parientes, descubiertos en 1997 en la Patagonia (Argentina), tenían una longitud de solo 12 cm.

Protegido por una coraza de placas óseas

El Saltasaurus se encontraba bien protegido por su coraza, que recubría su lomo y su cola, y alcanzaba la parte superior de su cuello. Una defensa valiosa a la hora de enfrentarse a los grandes depredadores que querían hincarle el diente.