saichania

Saichania

El Saichania fue un dinosaurio acorazado, tireofóro anquilosáurido de 6 metros de longitud y dos toneladas de peso. Vivió en las zonas áridas y desiertos de Asia durante el Campaniense. Se extinguió a finales del Cretácico, hace unos 80 millones de años.

Información: Saichania

  • Género / Especie: Saichania chulsanensis
  • Etimología: «Hermoso», en idioma mongol
  • Localización Global: Mongolia
  • Rango Temporal / Era: Cretácico
  • Posible hábitat: Lugares áridos
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Ornithischia
  • Familia: Ankylosauridae
  • Alimentación / Dieta: Herbívoro
  • Altura aprox: 2 metros
  • Longitud aprox: 6,7 metros
  • Peso aprox: 1,8 toneladas
  • Hallazgo / Yacimiento: El Saichania fue descubierto en Mongolia.


El esqueleto del Saichania se conservó gracias a una tormenta de arena que acabó con el dinosaurio, pero aseguró que su cuerpo permaneciera más o menos intacto. La erosión destruyó la parte trasera del Saichania, pero los esqueletos incompletos descubiertos posteriormente en Mongolia permitieron completar la información que faltaba.

Aunque no se especificó en la descripción original, la traducción del nombre del Saichania, que significa hermoso en lengua Mongol, probablemente se refiera al sorprendente estado de conservación del cráneo del fósil. El hallazgo, descrito por primera vez en 1977, incluía dos cráneos completos.

Los dinosaurios del desierto del Gobi

El Saichania fue descubierto en el desierto de Gobi (Mongolia) en 1971. Mongolia, que al igual que Norteamérica, es un territorio de gran riqueza para los buscadores de dinosaurios.

El desierto de Gobi, en Mongolia, lugar en el que se descubrió el primer dinosaurio en 1922, ha demostrado desde entonces ser una fuente de extraordinario valor para los paleontólogos.

Por ejemplo, en una sola semana, en 2006, fueron descubiertos 67 esqueletos de dinosaurio en un lugar situado a dos días en coche de Ulan Bator, la capital de Mongolia. El año anterior se habían descubierto 30 fósiles de dinosaurio en esa misma zona

Los primeros dinosaurios hallados en Mongolia

En 1993, un equipo de científicos del Museo Americano de Historia Natural descubrió ejemplares que ayudaron a imaginar la causa por la cual se encontraban tantos fósiles de dinosaurios completos y articulados en determinadas zonas del desierto de Gobi, en Mongolia. En Ukhaa Tolgod (Montañas), al sur de Mongolia, parece que en determinadas épocas enormes cantidades de agua humedecieron las arenas del desierto, provocando enormes avalanchas en las laderas de las dunas.

Los dinosaurios fueron completamente sepultados durante el periodo Cretácico antes de que otros animales prehistóricos pudieran utilizar sus cadáveres como fuente de carroña, o de que las condiciones meteorológicas los erosionaran y destruyeran. La velocidad con la que se producía este hecho también era la responsable del increíble estado de conservación en el que fueron descubiertos estos fósiles de dinosaurio.

Sorprendido por una tormenta de arena

Las arenas del desierto, por supuesto, siempre habían sido traicioneras, y las avalanchas eran solo una manifestación de su peligro. Un ejemplar de Saichania chulsanensis fue descubierto en un buen estado de conservación, entre arenisca, en el lugar donde posiblemente fue sorprendido por una tormenta de arena que acabó con su vida millones de años antes.

Características de Saichania

La representación del Saichania se obtuvo a partir de varios esqueletos, debido a que había partes de los mismos que habían sido destruidas o se habían perdido. Las placas óseas que recubrían la cabeza del Saichania le daban el aspecto de estar gruñendo continuamente.

Estaba acorazado y armado con una maza

El Saichania se encontraba bien protegido por su gruesa coraza. Placas con crestas cubrían su cuerpo y su cola. El Saichania poseía una poderosa protuberancia en el extremo de su cola, parecida a la del Ankylosaurus, otro dinosaurio Herbívoro acorazado muy similar.

Ponían grandes cantidades de huevos

Las  crías de este dinosaurio a menudo tuvieron suerte de salir vivas de sus huevos. Muchos huevos de dinosaurio nunca eclosionaron porque las tormentas de arena los enterraron.