Oviraptor
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El Oviraptor philoceratops fue un dinosaurio terópodo ovirraptórido, que vivía en los semidesiertos de lo que hoy es Asia durante el Campaniense. Se extinguió a finales del período Cretácico, hace unos 75 millones de años aproximadamente.
El primer Oviraptor fue descubierto en 1924 en el desierto de Gobi, en Mongolia, y el fósil fue hallado sobre una nidada de huevos. Debido a esto, se pensó que el Oviraptor se había comido a los embriones que había en su interior. Con posterioridad se ha visto que los indicios apuntan a que ese mismo dinosaurio habría puesto los huevos y que, después de todo, no tenía por qué ser un ladrón de huevos.
La familia de los ovirraptóridos
En el año 2005, el fósil de un gigantesco dinosaurio de naturaleza aviar, que se pensaba que pertenecía a la familia de los ovirraptóridos, fue desenterrado en China. La publicación del hallazgo, sin embargo, no tuvo lugar hasta el año 2007. El sitio donde tuvo lugar el descubrimiento fue la Cuenca del Erlian, situada en la región china de Mongolia Interior, en la que este gigante fue involuntariamente descubierto.
Un equipo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín (China), encabezado por el renombrado descubridor de fósiles chino Xu Xing, se encontraba efectuando una demostración a los periodistas de cómo se habían descubierto los anteriores fósiles, cuando encontraron un hueso de 1 m de longitud, perteneciente a la pierna de un ejemplar adulto joven.
Algunos oviraptoridos alcanzaban 8 metros de longitud
Después de examinarlo, se comprobó que este dinosaurio gigante era tan grande corno algunos tiranosaurios, lo que le convertía en seis veces más alto que un ovirraptórido de tamaño medio. Se le otorgó el apropiado nombre de Gigantoraptor, y se calculó que el ejemplar del hallazgo habría alcanzado 8 m de longitud, 5 m de altura y habría pesado 1.400 kg.
Aunque algunos paleontólogos han manifestado su sorpresa sobre el hecho de que un ovirraptórido pudiera alcanzar tales dimensiones, Philip Currie, de la Universidad de Alberta (Canadá), ha indicado que los animales tendieron a hacerse más grandes a medida que fueron evolucionando, debido a que su tamaño hacía que les resultase más fácil obtener su alimento, atraer a las parejas y repeliera los depredadores.
Los oviraptores saqueaban nidos
En la actualidad, el Oviraptor se ha convertido en una estrella del cine y de la televisión, pero su imagen ha adquirido matices más positivos, desde luego, que la de un ladrón de huevos. En el año 2000, cuando se estrenó la película titulada Dinosaurio, de Walt Disney Pictures, un Oviraptor creado por ordenador podía verse robando a hurtadillas un huevo de Iguanodon.
Con posterioridad se comprobó que el Oviraptor posiblemente no cometiera ese tipo de robos. En el año 2002 apareció en una miniserie de televisión basada en el libro Dinotopia, escrito por James Gurney, con un papel más agradable, representando al «Ovinutrix», que significa «cuidador de huevos».
Características de Oviraptor
El Oviraptor fue un omnívoro, que vivió hace aproximadamente 80 millones de años, poseía una cresta en su cabeza y tenía un pico sin dientes. Probablemente utilizara la cresta en las exhibiciones de los rituales de apareamiento.
Oviraptor era un dinosaurio omnívoro con una dieta variada. A pesar de que su esqueleto era extraordinariamente parecido al de las aves, y de que es muy probable que estuviera recubierto de plumas, el oviraptor era un dinosaurio no aviar. Sus manos tenían tres dedos con afiladas garras que superaban los 7 cm de longitud.
También poseía pies con tres dedos, y una cola larga y rígida. Las mandíbulas del Oviraptor no poseían dientes, y se desconoce su dieta. Sin embargo, al ser un terópodo, es probable que fuera carnívoro, al menos parcialmente.
Protegía sus huevos
Los ejemplares adultos de Oviraptor protegían sus huevos sentándose sobre ellos cuando estaban situados en el nido. En algunas ocasiones, la arena cubría, asfixiaba y acababa con la vida del padre que incubaba los huevos. Tanto el padre como los huevos serían posteriormente descubiertos por los paleontólogos, conservados en la arena del periodo Cretácico durante millones de años.
Tenía garras de depredador
Podría haber utilizado sus grandes garras para sujetar a sus presas, o para echar arena sobre los huevos en los nidos.
Poseía un pico sin dientes
El Oviraptor poseía un pico sin dientes. En la parte trasera de su boca tenía un par de protuberancias, parecidas a dientes. La hembra podría haber usado su pico para girar los huevos y garantizar que estuvieran uniformemente calientes.
Teorías sobre la utilidad de su cresta
Existen muchas teorías sobre la cresta que el Oviraptor tenía en su cabeza, que estaba hueca y recubierta por una delgada lámina de hueso. Aunque podría haber tenido algún tipo de función fisiológica que se desconoce, es probable que la principal utilidad de la cresta del Oviraptor fuese servir como rasgo identificativo de la especie.

Sobre el autor: Marcos Müller es investigador y docente universitario, nació en 1959 en Alemania y desde muy temprana edad encaminó sus pasos hacia los fósiles y la paleontología, doctorándose en ciencias biológicas. Es colaborador honorario en la facultad de ciencias de su universidad, donde con dedicación exclusiva, ocupa el cargo de profesor de Paleontología de Vertebrados.