Los reptiles acuáticos del cretáceo
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Las cálidas aguas oceánicas del Cretáceo favorecieron una mayor producción de plancton (es decir, el conjunto de pequeños organismos animales y vegetales, unicelulares y pluricelulares, que viven suspendidos en el agua, indispensables para la supervivencia de las especies marinas) y hospedaron a una gran variedad de animales y reptiles acuáticos del cretáceo.
Los diferentes reptiles acuáticos del cretácico
Entre los reptiles acuáticos del cretáceo podemos destacar a los plesiosaurus, ya que fueron dinosaurios marinos que supieron adaptarse y que habitaron en ambientes marinos durante. Estos animales estaban perfectamente adaptados a la vida acuática, y desarrollaron unos cuerpos cilíndricos, con una cola corta y extremidades con forma de aleta.
Otros muchos habitaron las aguas durante este periodo, desde enormes tortugas gigantes hasta los Plesiosaurus; desde los gigantescos Mosasaurios (que ocuparon el lugar dejado por los Ictiosaurios, cada vez más escasos) hasta los Ammonites; desde los peces prehistóricos con esqueleto óseo hasta los gasterópodos (moluscos con concha en forma de espiral) desde los corales hasta los erizos de mar.
Tras la extinción masiva del final del periodo Cretácico, todos los reptiles marinos se extinguieron en su totalidad, a excepción de las tortugas marinas y otros animales distintos.
Elasmosaurus (14 metros) es el Plesiosaurio más largo
El Elasmosaurus («lagarto cinta») es el plesiosauro más largo jamás descubierto. Alcanzaba los 14 metros de longitud y el cuello, formado por 71 vértebras, representaba más de la mitad de la longitud total del cuerpo. Tenía cuatro aletas natatorias que le permitían moverse ágilmente en el mar.
Su cabeza era pequeña, con fuertes mandíbulas provistas de dientes puntiagudos. Nadaba bajo la superficie marina emergiendo por sorpresa para capturar a los reptiles voladores, pero se alimentaba también de peces, calamares y crustáceos.
Plotosaurus es un Mosasaurido de 13 metros
El Plotosaurus (lagarto nadador) pertenecía a la familia de los grandes Mosasaurios, aunque se parecía mucho a un Ictiosaurio. Su cráneo era largo fino, con ojos, orificios nasales grandes. Las mandíbulas contenían numerosos dientes muy puntiagudos.
Es posible que la larga cola, con la que se desplazaba ágilmente en el agua, terminara en una aleta, con forma de rombo. Se alimentaba de peces y medía 13 metros.
La Tortuga marina Árchelon tenía el tamaño de un coche
Esta tortuga marina, del tamaño de un automóvil, tenía un pico pequeño en el morro. Árchelon Ischyros Se desplazaba por el agua moviendo sus cuatro patas, parecidas a grandes remos.
Vivía en el territorio de la actual América del Norte y se alimentaba de peces. Superaba los 4 metros de longitud y pesaba hasta 2 toneladas.
Kronosaurus era un eficaz depredador submarino
El Kronosaurus era el más temido de los predadores marinos. Su cabeza medía 3 metros (un cuarto de su longitud). Una boca enorme, con largos dientes, le permitía atacar a cualquier otro animal marino. Tenía un cuerpo macizo de 2 metros de largo y cuatro grandes aletas con forma de remo.
La cola de estos reptiles acuáticos del cretáceo les servía para controlar la dirección. ¡Todo un titán submarino llamado así en honor al líder de los Titanes, Cronos!

Sobre el autor: Marcos Müller es investigador y docente universitario, nació en 1959 en Alemania y desde muy temprana edad encaminó sus pasos hacia los fósiles y la paleontología, doctorándose en ciencias biológicas. Es colaborador honorario en la facultad de ciencias de su universidad, donde con dedicación exclusiva, ocupa el cargo de profesor de Paleontología de Vertebrados.