Kentrosaurus
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El Kentrosaurus aethiopicus fue un dinosaurio tireóforo estegosáurido, que habitó las zonas áridas de lo que hoy es África, a finales del período Jurásico. Vivió durante el Kimmeridgiense hace unos 150 millones de años aproximadamente. Al contrario que su pariente más cercano, el Stegosaurus, el Kentrosaurus poseía púas adicionales que sobresalían de sus hombros.
Los únicos restos de Kentrosaurus han sido hallados en Tanzania, en el este de África, en la región Tendaguru. Algo muy extraño para ser un pariente tan cercano del Estegosaurio, ya que se encontró en África y no en América, donde son habituales los hallazgos de sus parientes.
Cuando Tanzania estuvo unida a Norteamérica
El Kentrosaurus nos ha ayudado a comprender cuál era la forma de nuestro mundo cuando él habitaba la tierra, debido a que es un pariente muy cercano del Stegosaurus, pero descubierto muy lejos de Norteamérica. Esto no tendría por qué constituir ningún hecho especialmente significativo, a menos que se tenga en cuenta que los únicos ejemplares de Kentrosaurus han sido hallados en el este de África, mientras que su primo procede de Norteamérica.
Esto prueba que la Tanzania actual estuvo en su día unida a Norteamérica, y por lo tanto próxima a la formación Morrison, un estrato de rocas sedimentarias del oeste de los Estados Unidos.
Hace aproximadamente 150 millones de años, ambas zonas formaban parte del supercontinente Pangea, y debieron compartir unas condiciones climáticas similares para dar lugar a animales tan parecidos. Cuando los continentes se separaron, se llevaron con ellos los restos fosilizados de estas especies emparentadas.
Características del Kentrosaurus
Fue descubierto en 1909, es de un tamaño bastante menor al de su primo el Stegosaurus, pero ambos presentan semejanzas. Ambos comparten el habitual perfil de placas y púas sobresaliendo a lo largo de su lomo, aunque las del Kentrosaurus eran de menor tamaño, y además disponía de púas adicionales que sobresalían de sus hombros.
El Kentrosaurus poseía una cola equipada con púas y parejas de placas triangulares cortas en su cuello y sus hombros. Se hallaron tantos huesos en el yacimiento que se piensa que este animal vivía en manadas (se estima que los huesos proceden de unos 70 ejemplares).
Púas largas y afiladas para defenderse
Sus largas y afiladas púas son las que le dan el nombre al Kentrosaurus significa: Lagarto con púas, a pesar de que son de menor tamaño que las de su primo, el Stegosaurus.
El Kentrosaurus recibe su nombre de las púas que sobresalían de los laterales de sus hombros y recorrían longitudinalmente su espina dorsal. A pesar de que habrían conferido una apariencia amenazante a este dinosaurio herbívoro, su función se desconoce y solo se han formulado hipótesis.
Estas púas le ofrecían cierta protección en las partes laterales de su cuerpo, pero no estaban unidas al esqueleto, por lo que resulta difícil evaluar cómo eran de fuertes o determinar su posición exacta
Las placas óseas y cola del Kentrosaurus
Una doble hilera de placas óseas se encontraba incrustada en su espalda, viéndose sustituidas por juegos de púas en su parte trasera y en su larga y rígida cola.
Pico sin dientes y dieta herbívora
Sus patas delanteras bajas permitían al Kentrosaurus agacharse para alcanzar las plantas que crecían en el suelo del periodo Jurásico. Recogía la materia vegetal con la ayuda de su pico sin dientes. Podría haber pasado la mayor parte de su tiempo alimentándose para mantener su gran cuerpo
Cerebro pequeño y olfato evolucionado
Su cráneo encerraba un pequeño cerebro, así como unos bulbos olfativos altamente desarrollados, mostrando que el Kentrosaurus, a pesar de que probablemente era un animal muy poco inteligente, habría poseído un olfato muy agudo
Podía erguirse sobre sus patas
Sus largas patas traseras apuntan hacia la posibilidad de que este animal fuera capaz de erguirse sobre ellas para alcanzar las ramitas y hojas más altas, aunque pasaba la mayor parte del tiempo pastando.

Sobre el autor: Marcos Müller es investigador y docente universitario, nació en 1959 en Alemania y desde muy temprana edad encaminó sus pasos hacia los fósiles y la paleontología, doctorándose en ciencias biológicas. Es colaborador honorario en la facultad de ciencias de su universidad, donde con dedicación exclusiva, ocupa el cargo de profesor de Paleontología de Vertebrados.