Iguanodon
Indice de contenidos
Iguanodon es uno de los dinosaurios emblemáticos del registro europeo, ya que no solo es uno de los primeros dinosaurios descubiertos, concretamente en 1822 en Inglaterra, y el segundo en obtener su denominación científica, sino que además es uno de los dinosaurios más abundantemente y mejor representados en multitud de yacimientos.
El Iguanodon fue descubierto en Inglaterra, durante la búsqueda de fósiles (fue hallado en 1822, y recibió su nombre en 1825) en el que todavía no existía el término «dinosaurio», y su nombre tiene su origen en la semejanza de su diente con los de la iguana, un reptil. Actualmente se sabe que debió de ser uno de los herbívoros con mayor éxito, extendiéndose por todo el mundo durante los 10 millones de años en los que vivió esta especie.
Prosperó porque poseía un aparato digestivo más avanzado que el resto de los animales vegetarianos, y se encontraba protegido por su enorme tamaño, así como posiblemente por la amenazante púa que poseía en los pulgares de sus manos. En las primeras reconstrucciones, esta púa se situó en su nariz, de forma que se asemejaba a un rinoceronte.
El hallazgo más espectacular de un Iguanodon se produjo en 1878, cuando en una mina de carbón en Bernissart (Bélgica) se excavaron los esqueletos de veintitrés ejemplares casi completos. No es extraño encontrar dos especies de Iguanodon: Bernissartenssis y Atherfieldensis, en algunos yacimientos como el de Galve en Teruel, y en Bernissart.
El Iguanodon de la Gran Exposición de 1851
Benjamin Waterhouse Hawkins (1807-1894) fue un escultor victoriano y un artista de historia natural. Estaba fascinado por los dinosaurios, que despertaban una enorme curiosidad pública, en una época de nuevas revelaciones científicas. Hawkins tuvo la oportunidad de expresar su interés por este tema cuando fue nombrado Superintendente Adjunto de la Gran Exposición de 1851, que tuvo lugar en el Palacio de Cristal de Londres.
Hawkins recibió el encargo de crear 33 reproducciones a tamaño natural en hormigón de dinosaurios extintos, que serían situados en el parque que se encontraba junto al palacio. Como pieza central creó una reproducción de Iguanodon.
Su tamaño era tan grande que pudo acomodar en su interior a veinte invitados para la cena que tuvo lugar durante la Nochevieja de 1853. El trabajo de Hawkins (así como su talento para el espectáculo) llamó la atención de los mecenas americanos, y en 1868 viajó a Nueva York para elaborar reproducciones de dinosaurios que se exhibirían en Central Park, en lo que recibiría el nombre de Museo Paleozoico.
También realizó una reproducción de un esqueleto de Hadrosaurus que se exhibió en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia. Mientras permaneció en los Estados Unidos, Hawkins reconstruyó varios esqueletos de dinosaurios para la Institución Smithsonian de Washington, y realizó una serie de pinturas de dinosaurios para la Exposición del Centenario, celebrada en Filadelfiaen 1876.
Características del lguanodon
El primer hallazgo, que tuvo lugar en Inglaterra, consistió en un único diente. El descubrimiento en 1878 de 24 esqueletos casi completos sacó a la luz al Iguanodon en su totalidad. Inicialmente se afirmó que caminaba sobre cuatro patas, posteriormente se dijo que era bípedo, y actualmente se sabe que habría sido capaz de caminar de ambas maneras.
El hallazgo de muchos ejemplares juntos ha fomentado la opinión de que el Iguanodon era un animal social que se movía formando manadas.
El Iguanodonte es un dinosaurio muy famoso y bastante conocido por todos, y que cuenta con impresionantes hallazgos que han desvelado los secretos de este animal.
No tenía dientes en la parte delantera
La alimentación eficaz era un factor fundamental para la supervivencia de este dinosaurio herbívoro. No poseía dientes en la parte delantera de su morro, en el que la comida era introducida a «paladas» en su pico óseo.
Sin embargo, presentaba hileras paralelas de anchos dientes en la parte trasera de su mandíbula para triturar la comida, y el animal podía mover su mandíbula hacia el exterior para masticar.
Gran comedor de plantas
El Iguanodonte fue un dinosaurio herbívoro comedor de plantas de un tamaño bastante grande y que vivió a lo largo de todo el territorio de Europa durante el periodo Cretácico inferior.
Poseía una púa en el pulgar de su mano
La púa cónica que poseía en el pulgar de su mano, que inicialmente fue confundida con un cuerno nasal, se situaba de forma transversal a los otros cuatro dedos. Su tamaño variaba entre los 5-15 cm, y su función principal no se sabe con precisión. Podría haberla utilizado para defenderse de los depredadores, como el Aristosuchus o el Baryonyx.
Sin embargo, también habría sido una herramienta de gran ayuda para recoger hojas, brotes y pequeñas ramas. El quinto dedo, o dedo meñique, funcionaba como un pulgar, y era capaz de sujetar pequeños objetos.
El cráneo de Iguanodon es alto y robusto, con una poderosa mandíbula. Poseía un sistema de trituración de los alimentos vegetales muy eficaz constituido por baterías de dientes anchos y con denticulaciones anteriores y posteriores y una o varias crestas centrales.
Podía caminar a cuatro patas y correr de forma bípeda
El Iguanodon caminaba sobre sus cuatro patas, pero era capaz de erguirse sobre sus patas traseras y de correr, extendiendo su cola para mantener el equilibrio. Las extremidades posteriores son robustas, con pies tridáctilos dotados de dedos fuertes. Las manos tienen cinco dedos y presentan una característica disposición del pulgar que está constituido como un potente espolón.
El dinosaurio Iguanodon caminaba normalmente sobre sus cuatro patas, y además podía correr a dos patas. Este lagarto prehistórico tenía el tamaño de un elefante. El cráneo de este animal prehistórico era muy similar al de los caballos.
Apoyaba las manos cuando era necesario
Las manos del Iguanodonte están diseñadas para soportar peso durante la marcha y se supone que Iguanodon marcharía normalmente en posición bípeda, pero también tenía la opción de utilizar la locomoción cuadrúpeda. De hecho, existen rastros de Iguanodontidos en los que se puede identificar el apoyo de las manos.
Tenía 3 dedos en sus grandes patas
Sus patas traseras eran pesadas y musculosas. El considerable peso del dinosaurio se sostenía sobre tres grandes dedos.
El iguanodonte arrastraba la cola al desplazarse
Su larga cola rígida estaba reforzada por tendones óseos que evitaban que el animal arrastrase la cola por el suelo cuando se movía.

Sobre el autor: Víctor R. es profesor de biología de educación secundaria y explorador en sus ratos libres. Es experto en fauna de animales vertebrados prehistóricos, en mamíferos primitivos y en biología animal en general.