Glyptodon
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El Glyptodon fue un mamífero con coraza de gran tamaño, estrechamente emparentado con los armadillos actuales. La evidente lentitud del Glyptodon no era una gran desventaja para un animal prehistórico que poseyera una coraza tan robusta desde la cabeza hasta la cola, como era su caso.
Los sedimentos pleistocénicos de Sudamérica contienen abundantes fósiles de Glyptodon. Este género hizo su aparición hace más de un millón de años, y se extendió hasta hace aproximadamente 10.000 años.
Características del Glyptodon
El Glyptodon tenía un caparazón óseo que recubría su lomo, formado por más de 1.000 osteodermos de 2,5 centímetros de grosor. Que le aportaba una protección más que útil para lidiar con los depredadores del Pleistoceno.
Se comenzó a tener constancia de sus fósiles alrededor de 1820, y los descubrimientos siguen siendo numerosos. Pero la experiencia humana con estos animales se remonta a tiempos mucho más antiguos.
Convivió con humanos en América
El grupo al cual pertenece el Glyptodon, los gliptodontes, llegó a Norteamérica hacia el final del Pleistoceno. Los seres humanos llegaron al continente americano miles de años antes de que el Glyptodonte se extinguiera, por lo que la imagen de este animal vivo habría sido muy común para ellos.
No podía esconder su cabeza dentro del caparazón
El Glyptodon no era capaz de retraer su cabeza al interior de su caparazón. En su lugar, esta se encontraba protegida por el recubrimiento óseo en la parte superior de su cráneo.
Estructura ósea y coraza de Glyptodon
El cuerpo del Glyptodonte necesitaba unas amplias modificaciones estructurales de su esqueleto para soportar toda su coraza ósea, entre las que se incluían sus cortas y enormes patas, sus anchas cinturas escapulares y sus vértebras soldadas.

Sobre el autor: Víctor R. es profesor de biología de educación secundaria y explorador en sus ratos libres. Es experto en fauna de animales vertebrados prehistóricos, en mamíferos primitivos y en biología animal en general.