Giganotosaurus
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El Giganotosaurus carolinii fue un enorme depredador y el único dinosaurio conocido que se encuentra dentro del género extinto Giganotosaurus, perteneciente al suborden y a la familia de los terópodos carcarodontosáuridos. Este implacable cazador habitaba en las llanuras y bosques del Cenomaniense, lo que hoy conocemos como Latinoamérica, durante el período Cretáceo hace aproximadamente 100 millones de años
El primer ejemplar de Giganotosaurus no fue descubierto hasta 1993 por un cazador de fósiles aficionado llamado Rubén Carolini. Lo encontró buscando en las tierras baldías de la Patagonia argentina, cerca de la provincia del Neuquén. Se conservó alrededor del 70 por ciento del esqueleto, incluyendo el cráneo, la pelvis, los huesos de las patas y la mayoría de las vértebras.
Posteriormente se descubrió un segundo ejemplar no muy lejos del lugar mencionado anteriormente, se trataba de un dentario que medía más de 60 centímetros de longitud y tras el estudio anatómico de este, mostró que se trataba de un espécimen de mayor tamaño que el primero.
Estos impresionantes restos fósiles se pueden encontrar en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann de Villa El Chocón y en el Museo de Geología y Paleontología de la Universidad Nacional del Comahue respectivamente.
Características de Giganotosaurus
Su nombre proviene del griego y significa «lagarto gigante», un nombre más que adecuado por las dimensiones que presentaba. El Giganotosaurus es uno de los mayores carnívoros que jamás haya existido, mayor incluso que el Tyrannosaurus rex.
Su cráneo alcanzaba los 1,8 metros de longitud, uno de los cráneos más grandes que se conocen actualmente y sus mandíbulas estaban armadas con unos poderosos dientes curvados con forma de sierra que le permitía despedazar y pulverizar su comida con facilidad. A pesar de que su dieta se basaba principalmente en la caza, también podría haberse alimentado de carroña.
Este gigantesco depredador podría haber convertido en sus presas al titanosaurio, un herbívoro gigante, posibilidad asociada a los restos que fueron encontrados cerca de él. Y podría haber cazado formando grupos, debido al descubrimiento en un mismo yacimiento de varios fósiles juntos.
Poseía un agudo sentido del olfato
Las crestas situadas alrededor de sus ojos limitaban su visión frontal, pero sus grandes fosas nasales y su agudo sentido del olfato permitían al Giganotosaurus detectar a sus presas. Este desarrollado sentido provenía de los bulbos olfatorios que estaban presentes en su curioso cerebro, de un tamaño y forma similar a la de un plátano.
Sus brazos eran tan pequeños como el T-Rex
Este temido dinosaurio al igual que el T-Rex, poseía unos brazos bastante menos desarrollados que sus extremidades posteriores, pero eran muy útiles a la hora de sujetar a sus presas vivas, además le podrían haber ayudado al Giganotosaurus a levantarse del suelo.

Sobre el autor: Marcos Müller es investigador y docente universitario, nació en 1959 en Alemania y desde muy temprana edad encaminó sus pasos hacia los fósiles y la paleontología, doctorándose en ciencias biológicas. Es colaborador honorario en la facultad de ciencias de su universidad, donde con dedicación exclusiva, ocupa el cargo de profesor de Paleontología de Vertebrados.