Gallimimus
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El Gallimimus era un dinosaurio de gran tamaño único en su género. Este reptil prehistórico presentaba un cierto parecido al avestruz y pertenecía a la familia de los terópodos ornitomímidos.
En 1963 las academias de ciencias de Polonia tanto como las de Mongolia organizaron una expedición conjunta paleontológica al desierto de Gobi, en Mongolia. Entre las arenas se encontraron diversos restos fósiles de diferentes ornitomínidos, entre ellos había tres esqueletos en muy buen estado que posteriormente identificaron como Gallimimus bullatus.
Entre los diversos restos hallados se encontraban ejemplares tanto adultos como juveniles, algunos de ellos en grandes lechos de huesos, que indicarían que el Gallimimus se movía en manadas. Sus patas largas, los huesos finos de sus pies y los dedos de los pies cortos indican que era un buen corredor, posiblemente tan veloz como los avestruces actuales, que alcanzan 70 km/h.
Características de Gallimimus
Poseía largas patas con huesos huecos, lo cual le permitían correr más rápido que cualquier otro animal de su época, incluyendo a los carnívoros que le daban caza. Vivía en los desiertos del Maastrichtiense hace 70 millones de años aproximadamente, durante el Cretácico superior.
El Gallimimus poseía un pico sin dientes similar a la de un avestruz actual, que podría haber sido perfecto para cortar plantas y atrapar pequeñas presas, sin embargo, una atmósfera de misterio rodea a su dieta. Su pico con la ausencia de dientes no era capaz de procesar la carne dura, y las garras no disponían de las características adecuadas para agarrar objetos. Por lo que pudo haberse alimentado de pequeños insectos, hojas y bayas, y posiblemente de huevos de dinosaurios, que habría extraído del suelo con sus garras y su largo pico en forma de pala.
Los ojos, situados en los laterales de su cabeza, indicarían que el Gallimimus habría poseído visión periférica, aunque su profundidad de visión habría sido escasa.
Fue extremadamente rápido
Sus manos, como hemos mencionado anteriormente, poseían tres dedos y no eran adecuadas para agarrar objetos, pero podría haberlas utilizado para arañar y excavar el terreno. Por otro lado, sus extremidades traseras eran muy flexibles y con ellas podía correr a grandes velocidades llegando alcanzar fácilmente entre 60 y 90 km/h. Gracias a esta cualidad, podía dejar atrás a los depredadores que intentaban darle caza.
Era un dinosaurio bastante inquieto
Fue un animal muy nervioso con un comportamiento bastante activo, por lo que gastaba mucha energía. Debido a esto, el Gallimimus se pasaría la mayor parte del tiempo en busca de comida, sobre todo de insectos, ya que le aportaban un valor nutricional y energético elevado para cubrir todas sus necesidades.

Sobre la Autora: Natalia ha participado en expediciones paleontológicas en la Antártida, así como en algunas localidades fosilíferas de Europa, China y África. Es autora de varios libros sobre paleontología y actualmente, sus investigaciones se centran en la fauna de animales vertebrados del mesozoico y en los mamíferos del periodo Neógeno.