Emausaurus
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El Emausaurus ernsti fue un acorazado dinosaurio tireóforo que vivía hace alrededor de 185 millones de años en los bosques y praderas del Toarciano, la primera etapa del período Jurásico. Es la única especie que pertenece al género extinto de Emausaurus y solo se encontraba en el continente europeo.
El nombre de este dinosaurio proviene del geólogo Werner Ernst, quien encontró el fósil cerca de un lago en el año 1963, sin embargo, no fue formalizado hasta el año 1991. Los restos fósiles del Emausaurus se hallaron en Mecklemburgo-Pomerania Occidental (Mecklenburg-Vorpommern), en la zona norte de Alemania, en los restos de antiguos ríos de lava.
El Emausaurus ha sido clasificado como un dinosaurio ornitisquio del suborden Threophora, lo que significa que se trataba de un animal acorazado que caminaba sobre sus cuatro patas. Únicamente se han descubierto fragmentos de su coraza, de su esqueleto y de su cráneo, haciendo que resulte difícil afirmar con certeza cuáles eran sus hábitos.
Características de Emausaurus
El Emausaurus ernsti presentaba una armadura compuesta por protuberancias osificadas de las que sobresalían afiladas púas que recubrían toda la espalda, sin embargo esta cualidad desaparecía en los flancos y abdomen del animal.
Las púas óseas también estaban presentes en la alargada cola de este reptil prehistórico, es probable que la usará como si tratase de un látigo para defenderse de los ataques de otros animales.
Al ser un pariente del Scelidosaurus, caminaba sobre sus cuatro potentes patas. Al ser sus patas traseras más largas que las delanteras, su altura era mayor en la zona de sus caderas. Sus dientes en forma de hoja y su pico en forma de cuerno eran ideales para arrancar la vegetación blanda con la que se alimentaba.
Emausaurus era un dinosaurio con coraza
Las hileras de duras escamas, tachonadas con escudos óseos, protegían el cuerpo del Emausaurus de los mordiscos de los depredadores.
Pies grandes adaptados a las ciénagas
Este dinosaurio necesitaba unos amplios pies para sostener su pequeño pero pesado cuerpo. Probablemente también evitaban que se hundiera en suelos cenagosos.

Sobre el autor: J. Carlos C. es buen conocedor de un amplio registro fósil y coleccionista de minerales, actualmente estudia química, y ha participado en varias excavaciones paleontológicas en las localidades fosilíferas del sur de Europa.