Edmontonia
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Según su descubridor el Edmontonia es un género representado por tres especies de dinosaurios tireóforos nodosáuridos. Fueron unos dinosaurios acorazados que vivieron en la actual zona de América del Norte, durante el Campaniense y el Maastrichtiense del periodo Cretáceo hace unos 80 millones de años aproximadamente.
Se ha encontrado un número tan grande de fósiles de Edmontonia que ha sido relativamente fácil para los paleontólogos reconstruir totalmente a este dinosaurio. Los fósiles hallados en la Formación Edmonton pertenecían a la especie Edmontonia longiceps. Fueron descubiertos 11 kilometros al oeste de Morrin, un pueblo situado en la parte central de la provincia de Alberta.
El Edmontonia recibió su nombre en 1928, cuatro años después de ser descubierto en la formación Edmonton (Horsesoe Canyon), en Alberta (Canadá). Dado que era un herbívoro, es poco probable que hubiese sido un animal tan fiero como los carnívoros, a pesar de que el Edmontonia portaba grandes púas de aspecto aterrador que sobresalían de sus costados.
Características de Edmontonia
El Edmontonia fue un anquilosaurio nodosáurido, es decir, un dinosaurio con coraza, pero su gruesa cola carecía de protuberancia ósea. Era muy voluminoso, y se movía sobre sus cuatro gruesas patas, terminadas en pies con cinco anchos dedos.
Su coraza estaba formada por placas y púas
El lomo del Edmontonia poseía una espesa cobertura de coraza dorsal, coronada por intimidantes púas. El resto de su cuerpo no presentaba esta protección. Su coraza estaba formada por una masa de placas y púas, y recubría su lomo y su cola. La coraza del Edmontonia poseía púas que emergían de los costados de su cuerpo, sobre todo cerca de su cuello, la parte superior también estaba protegida mediante un escudo formado por grandes placas.
¿Qué técnicas defensivas empleaba Edmontonia?
El Edmontonia probablemente utilizara sus púas para defender su territorio y para mantener a sus rivales lejos de su pareja. También le podrían haber servido como protección frente a los ataques. Otra estrategia de autodefensa del Edmontonia probablemente fuera aplastar su vientre contra el suelo, de forma que su parte inferior, desprovista de coraza, no quedara expuesta a sus enemigos.
Sus cuatro patas, cortas y fornidas, hacían que al Edmontonia le resultase fácil alcanzar la vegetación baja, o aplastar su vientre contra el suelo rápidamente ante algún ataque
Vivía en los bosques alimentándose de helechos y cícadas
Probablemente viviera en los bosques de la Norteamérica prehistórica, que le proporcionaban múltiples fuentes de alimento. El físico del Edmontonia, con su corto cuello y sus robustas patas, estaba aparentemente adaptado para alimentarse de helechos, cícadas y otros tipos de vegetación baja.
Comía plantas duras que se descomponían en cámaras de fermentación internas
Los dientes de los diferentes tipos de dinosaurios pueden aportar una gran cantidad de información sobre los alimentos que ingerían, y cómo eran descompuestos y digeridos. El Edmontonia se alimentaba de plantas duras. A pesar de que poseía dientes en sus mejillas, estos eran demasiado pequeños, y su mandíbula demasiado débil como para efectuar todo el trabajo de masticar estos alimentos.
Algunos científicos creen que para esta tarea utilizaba en su lugar cámaras de fermentación internas. En ellas, los compuestos químicos descompondrían las plantas de forma que pudieran ser digeridas
Se extinguió debido a una larga sequía
El Edmontonia, que hizo su aparición durante el Período Cretácico Superior, hace aproximadamente 76 millones de años, existió durante alrededor de 8 millones de años antes de que tuviera lugar el fin de la Era de los Dinosaurios.
Existen muchas teorías sobre esta extinción: algunas de ellas proponen una muerte rápida debido a un desastre súbito, mientras que otras hablan acerca de una desaparición más gradual. Una de las posibilidades menos dramáticas, pero igualmente fatal, parece que tuvo lugar mientras todavía vivía el Edmontonia.
Era, por supuesto, que un dinosaurio herbívoro necesitaba un suministro constante de vegetación para subsistir. Pero la evidencia de una perturbación de sus fuentes de alimento ha sido descubierta en los anillos que quedaron en la madera petrificada de los árboles que crecían en los bosques de la época del Edmontonia. Estos anillos muestran que hubo una reducción de las precipitaciones y un aumento de la temperatura justo antes de la extinción de los dinosaurios no aviares.
Las sequías, y la destrucción de la vida vegetal.
Estos cambios probablemente se tradujeran en sequías, en la destrucción de la vida vegetal del entorno de Edmontonia, lo que habría producido una escasez extrema de alimentos. Privados del agua y de su sustento, los últimos dinosaurios no aviares podrían haber muerto debido a la deshidratación y a la inanición. Los paleontólogos han descubierto un gran número de anquilosaurios como el Edmontonia, intactos y enterrados en arena o barro, con la coraza corporal aún en perfecto estado de conservación.

Sobre el autor: Marcos Müller es investigador y docente universitario, nació en 1959 en Alemania y desde muy temprana edad encaminó sus pasos hacia los fósiles y la paleontología, doctorándose en ciencias biológicas. Es colaborador honorario en la facultad de ciencias de su universidad, donde con dedicación exclusiva, ocupa el cargo de profesor de Paleontología de Vertebrados.