coelurosauravus

Coelurosauravus

El Coelurosauravus es un curioso género de avicéfalo coelurosaurávido sin clasificar, que vivió en el período Pérmico, en lo que hoy es la zona que ocupa Alemania. Fue uno de los reptiles planeadores más antiguos que se conocen. El diseño de sus alas fue único, y desapareció hace aproximadamente 250 millones de años.

Información: Coelurosauravus

  • Género / Especie: Coelurosauravusjaekeli, C. elivensis
  • Etimología: Reptil abuelo hueco
  • Localización Global: Europa y Madagascar
  • Posible hábitat: Bosques
  • Rango Temporal / Era: Pérmico
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Sin clasificar
  • Familia: Coelurosauravidae
  • Alimentación / Dieta: Puede que insectos y pequeños animales.
  • Longitud aprox: 30 centímetros
  • Hallazgo / Yacimiento: Se han encontrado fósiles en Alemania, Inglaterra (asociados al Período Pérmico) y Madagascar.


El Coelurosauravus fue uno de los primeros reptiles que podían planear, vivo a lo largo del periodo Pérmico tardío, y es el antecesor de los grandes reptiles voladores prehistóricos, y probablemente también lo sea de los pterosaurios.

Características de Coelurosauravus

El cráneo del Coelurosauravus era ligero y similar al de los lagartos, con un morro puntiagudo que sujetaba una mandíbula coronada por afilados dientes. Sus patas delanteras terminaban en unas garras flexibles que le permitían sujetarse como una percha.

El Coelurosauravus era capaz de saltar de árbol en árbol deslizándose con la ayuda de sus alas abiertas, mientras que en el resto de las situaciones se encontraban plegadas contra su cuerpo.

Mantenía la estabilidad y probablemente también se orientaba usando su larga y delgada cola, y probablemente también extendiese sus patas delanteras para ayudar a la dirección durante el planeo.

Era un reptil planeador primitivo con alas retráctiles

El Coelurosauravus poseía alas retráctiles formadas por piel, situadas en ambos lados de su cuerpo. Estas alas se encontraban soportadas por huesos en forma de varillas que, sorprendentemente, no se encontraban unidos a su caja torácica. Se habrían abierto como si fuesen abanicos de papel curvos cuando se lanzaba desde los árboles.