Chirostenotes
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Chirostenotes pergracilis fue un dinosaurio terópodo cenagnátido del período Cretácico, que habitó los bosques de Norteamérica durante el Campaniense hace unos 76 millones de años aproximadamente.
El Chirostenotes es, literalmente, el esqueleto del fondo del armario de la familia de los dinosaurios. Únicamente se conocían restos parciales, hasta que un ejemplar que llevaba acumulando polvo durante 60 años fue redescubierto en 1988 e identificado.
A pesar de que sus manos, pies y mandíbulas habían sido descubiertos (en 1924, 1932 y 1936, respectivamente), fue necesario llevar a cabo en 1988 la reconstrucción del esqueleto «perdido» para comprender que los restos parciales procedían del mismo animal.
Características de Chirostenotes
El Chirostenotes era un terópodo de estructura ligera parecido a las aves, que poseía tres finos dedos equipados con garras, siendo el dedo del medio mayor que los otros dos. Todo indica que el Chirostenotes habría sido un rápido y ágil depredador carnívoro y problabemente Omnívoro que se alimentaba principalmente de carne.
Estaba emparentado con los oviraptors
Su cabeza estaba coronada por una cresta similar a la del Oviraptor, que vivió dos millones de años más tarde, lo que apunta hacia la posibilidad de que estos dos dinosaurios estuvieran emparentados.
Chirostenotes era omnívoro
A pesar de ser fundamentalmente carnívoro, las pruebas recientes indican que podría haber sido omnívoro. Se han encontrado varias especies, algunas de ellas de mayor tamaño y peso respecto a los datos que se aportan aquí. Sus manos con tres dedos parecen especialmente apropiadas para atrapar peces, robar huevos y hurgar en la corteza de los árboles en busca de insectos.

Sobre el autor: Anbler J. escribe sobre animales prehistóricos y criptozoología desde su Búnker en Río negro. Actualmente estudia biología en la especialidad de Genética, le apasionan los extremófilos, la ingeniería CRISPR/Cas9 y todo el conocimiento sobre la fórmula de la vida orgánica.