centrosaurus

Centrosaurus

El Centrosaurus era un dinosaurio ceratopsiano y ceratópsido que vivió durante el Campaniaense del período Cretácico, en el territorio de Norteamérica hace unos 70 millones de años aproximadamente.

Información: Centrosaurus

  • Género / Especie: Centrosaurus apertus, C. brinkmani
  • Etimología: «Lagarto puntiagudo», debido a los cuernos en forma de gancho que poseía en el escudo de su cuello.
  • Localización Global: Canadá
  • Rango Temporal / Era: Cretácico
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Ornithischia
  • Familia: Ceratopsidae
  • Alimentación / Dieta: Herbívoro
  • Altura aprox: 3,5 metros
  • Longitud aprox: 6 metros
  • Peso aprox: 3000 kilogramos
  • Hallazgo / Yacimiento: Los restos fueron hallados en el río Red Deer y en el Parque Provincial de los Dinosaurios, ambos en Alberta (Canadá).


Los restos de Centrosaurus fueron encontrados en Canadá por el paleontólogo Lawrence Lambe quien descubrió los primeros restos de este dinosaurio. La gran cantidad de huesos de Centrosaurus hallados juntos sugiere que este dinosaurio con cuernos se desplazaba en manadas de gran tamaño, probablemente como defensa frente a los depredadores.

Características de Centrosaurus

Se piensa que el Centrosaurus poseía unas gruesas y fuertes patas delanteras y traseras con pezuñas, sobre las que se habría apoyado mientras iba en busca de alimentos. Los orificios en su volante reducían su peso, y podrían haber servido como anclaje para los fuertes músculos de sus mandíbulas, necesarios para poder procesar su alimentación a base de vegetación baja.

Era un dinosaurio herbívoro que se alimentaba tanto de vegetación baja como de los helechos que tenía a su alrededor. Poseía un pico córneo con el que arrancaba la vegetación para desmenuzarla después gracias a sus afilados dientes.

Se defendían formando un muro

Los Centrosaurus se agrupaban en manadas y cuando eran atacados por sus depredadores, estos dinosaurios ceratópsidos formaban un círculo juntando sus placas óseas y cuernos para proteger al resto que se encontraba en el interior con las crías. Esta técnica era muy eficaz y muy pocos depredadores se atreverían a atacarlos cuando estaban formando un muro de estas características.