bagaceratops

Bagaceratops

El Bagaceratops es un género extinto de dinosaurio ceratopsiano bagaceratópsido, que parece ser una versión primitiva o un antepasado del Protoceratops.

Información: Bagaceratops

  • Género / Especie: Bagaceratops rozhdestvenskyi
  • Etimología: Cara con cuernos pequeños, Su tamaño era menor que el de sus parientes.
  • Localización Global: Mongolia
  • Rango Temporal / Era: Cretácico
  • Estado de conservación: Extinto [EX]
  • Orden: Ornithischia
  • Familia: Protoceratopsidae
  • Alimentación / Dieta: Herbívoro
  • Altura aprox: 50 centímetros
  • Longitud aprox: 1 metros
  • Peso aprox: 22 kilogramos
  • Hallazgo / Yacimiento: Todos los restos se han encontrado conservados en arenisca del desierto, en Mongolia.


Bagaceratops es además un dinosaurio ornitisquio que vivió en Asía durante el Campaniaense a finales del período Cretácico, hace unos 79 millones de años.

Existen cinco cráneos completos y 17 fragmentos de cráneo de Bagaceratops, tanto de animales jóvenes como adultos, lo que permite a los paleontólogos construir una representación clara de su aspecto, y de cómo era su desarrollo.

Características de Bagaceratops

Aparentemente el Bagaceratops parece ser una versión de menor tamaño y más primitiva del Protoceratops, pero no puede ser uno de sus antepasados porque habitó el planeta después, y no antes, que este animal.

Su tamaño se aproximaba al de los cerdos, y poseía un pequeño volante triangular que formaba un escudo alrededor de su cuello.

La protuberancia ósea que poseía en su cara fue el paso previo a los cuernos totalmente desarrollados de los ceratopsianos más evolucionados, como los del Centrosaurus y el Triceratops. Sus parientes cercanos no poseían cuernos, pero el Bagaceratops presentaba una pequeña protuberancia ósea en su morro.

Se trataba de un habitante del desierto que posiblemente se moviera en manadas, alimentándose de vegetación baja y raíces con su afilado pico sin dientes (probablemente no podría sostenerse sobre sus patas traseras).

Poseía diez dientes para triturar los alimentos en cada lado de su mandíbula, y cada uno de ellos poseía una pieza de recambio creciendo debajo de él, por lo que las roturas no suponían ningún problema.