Anchisaurus
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Se conocía tan poco sobre los dinosaurios cuando se descubrieron por primera vez los restos de Anchisaurus en 1818, que inicialmente se pensó que se trataban de restos humanos. Sin embargo, en 1885 se le identificó como un dinosaurio.
El Anchisaurus, del que se descubrieron restos en Connecticut y Massa chussets, fue uno de los primeros dinosaurios descubiertos en los Estados Unidos. Y tardaron más de 50 años en catalogarlo como un dinosaurio.
Características de Anchisaurus
Anchisaurus fue uno de los primeros dinosaurios que poseyó un cuello lo suficientemente largo como para poder alcanzar las hojas altas, La mandíbula del Anchisaurus estaba alineada y poseía dientes serrados, ideales para romper y triturar la materia vegetal.
Las potentes patas traseras del Anchisaurus, uno de los prosaurópodos más primitivos y de menor tamaño, probablemente le permitieran mantenerse erguido para alcanzar las hojas, pero se desplazaba principalmente sobre cuatro patas.
Entre los integrantes de la familia de prosaurópodos (Prosauropoda) podemos encontrar a algunos dinosaurios herbívoros de cuello largo como el Plateosaurus, Riojasaurus, Massospondylus o Ammosaurus, que finalmente fueron desapareciendo poco a poco hasta principios del jurásico
Ingería Gastrolitos para completar la digestión
Los gastrolitos (pequeñas piedras que tragaba e introducía en su estómago) le podrían haber ayudado en la digestión, sirviendo para triturar los alimentos. Al Anchisaurus también se le denomina en ocasiones Yaleosaurus, en referencia al Museo de Historia Natural Peabody, de Yale, en el que se almacenó su fósil.
Anchisaurus tenía las Garras fijas
Sus garras le permitían agarrar y arrancar las hojas de los árboles y la vegetación del Jurásico cuando este dinosaurio se encontraba erguido sobre sus dos patas traseras. Cuando andaba sobre cuatro patas, las garras le permitían sujetarse firmemente al terreno.
Su cuello era largo y estaba articulado
El Anchisaurus tenía un cuello articulado que podía mover y girar con facilidad, este largo cuello hacía que su centro de gravedad estuviera desplazado hacia la parte delantera, lo que hacía que fuese más práctico para el dinosaurio desplazarse sobre cuatro patas, apoyando las patas delanteras en determinadas ocasiones.

Sobre la Autora: Natalia ha participado en expediciones paleontológicas en la Antártida, así como en algunas localidades fosilíferas de Europa, China y África. Es autora de varios libros sobre paleontología y actualmente, sus investigaciones se centran en la fauna de animales vertebrados del mesozoico y en los mamíferos del periodo Neógeno.